Ayer sucedio algo muy extraño, algo que jámas imaginé podrÃa existir siquiera. No lo mencionaré, hacerlo serÃa como hecharle un cerillazo a un pozo lleno de gasolina. Bien podrÃa hacerlo por maldita, por inhumana, podrÃa destrozar ese ultimo rayo de luz de esa situación, y junto con eso podrÃa lástimar profundamente a ese ser humano, pero no lo haré, porque desafortunamente (o afortunada, que se yo) no soy asÃ, mi calidad humana, mi roto corazón y mis buenas intenciones no me lo permitirián, pero no niego que serÃa una sensación magnifica, fugaz, pero no me serviria de nada.
Creo que lo peor de todo, no fue el suceso extraño, sino esas ganas de “un ser supremo” de joderme la vida, de tratar una vez más de ponerme en ese camino, el cual elegà no seguir, el cual no quiero siquiera recordar, no quiero volver, pero algo se empeña en ponerme de nuevo ahi. Que bueno que ya no creo en señales, de otra manera, no estarÃa aqui escribiendo esto.