Marzo. Han pasado ya dos meses del comienzo de un año nuevo y parece que todo esta en el mismo lugar. Extrañamente pocas veces logro desconcertarme con mi propia seguridad, pero mi cabeza esta llena de ideas completamente fuera de mi alcance mental para tratar de aterrizarlas y guardarlas en un lugar donde puedan dejar de desconcentrarme.

Desde hace tiempo tengo la sensación de que una parte de mi que siempre ha estado ahí se quedo congelada, guardada, atrapada, una parte que solia acompañarme en mi dia a dia de pronto no comprendo porque quedo atrás. Revisando mi poco material fotográfico en el que solia plasmar mi identidad diaria me di cuenta que los cambios han sido una parte escencial en mi vida, aunque este cambio sucedió casi sin darme cuenta. Recuerdo que solia ser simplemente lo que quería ser, sin mayor adversidad o cuestionamiento, simplemente era lo que reflejaba.

Ahora me siento un poco encasillada, algo aturdida y vagamente única. Extraño esos atuendos que solian revelar mi yo interior, extraño ver esas miradas que quedaban aturdidas de imaginarse la razón exacta del porque mi presentación era tan ecléctica, extraño esas medias a rayas en colores fluorescentes que fervientemente me acompañaban en mi andar, las corbatas estrafalarias, los broches inadecuados, los accesorios indulgentes y mas que todo extraño poder saber que mi existencialismo estaba perfectamente unido a quien mostraba ser. Al parecer lo he abandonado. O he madurado, no lo se.

He caído en un comunismo básico del cual necesito salir, plenamente lo identifico como una necesidad. Necesidad de expresar mi interioridad sin tener que decir palabra alguna, cautivar el inconciente y mantener inmóvil la extroversión personal.

Al parecer tengo mucho por hacer, comenzar a buscar de nuevo ese punto medio en el que mis pensamientos y mi razón logren satisfacerse mutuamente, sera un camino difícil, pero no imposible para mi necia interioridad.

Cambiare abruptamente de tema, pero tengo en la mente pensamientos que luchan por ser descritos y no puedo hacer nada para remediarlos.

He notado que las emociones pueden convertirse en el peor de los enemigos, en ocasiones simplemente se presentan sin aviso alguno, sin consultarlo y hacen lo que quieren con cada una de nuestras acciones.

Ayer lo note, aun mas. Era algo casi comico lograr deducir porque las emociones juegan tan abruptamente con la razón.

No pude encontrar el denominador exacto para describir lo que puede lograr una emoción en un momento que debería ser lindo, simplemente se tornan inaplacables y pocas veces son certeras. Me gusto tratar de analizar las situaciones que sucedían a mi alrededor tratando de averiguar que causaba ese nerviosismo y esa introversión en las personas cuando lo que realmente deseaban hacer era demostrar lo que sentían, era algo difícil de comprender, al menos para mi, pero parece que es un síntoma recurrente en la mayoría de las personas y en verdad que es triste que sea asi porque no hay nada mas pacificador que hablar y demostrar sin rodeo alguno lo que nos dicta el corazón, las emociones y sin duda los sentimientos. Fue enriquecedor ver lo que posiblemente me ha sucedido en ciertas ocasiones y sobretodo poder sentir empatía por estas situaciones por las que sin duda he caminado.