No podria quedarme sin escribir algo sobre lo que mi mente (un poco transtornada debo aclarar) ha traducido como “una bonita forma de llamarme de una forma no muy bonita”.
Si si, tal vez no es asi, no fue asi, o no era la intencion, pero bueno, asi pasa con esto de las relaciones humanas, a veces no sabemos que tanto significan nuestras palabras hacia los demas.

Y no es porque ese algo sea o no algo alejado a mi realidad..eso simplemente se descubre con el paso del tiempo, sino que lo importante no es el algo si no el quien.
Eso creo es lo que mas me ha sorprendido. Dejar pasar las cosas que como seres no nos benefician es de humanos inteligentes, pero que pasa cuando no puedes hacerlo? Pues simple y sencillo, se acumula una interminable lista de “cosas por olvidar” hasta que llega un punto en el que todas se desbordan y te atacan cuando menos lo piensas.
Este tipo de listas no son nada agradables, ya que no solo existen las de “cosas por olvidar” sino cosas por perdonar, por decir, por hacer y una larga lista que creo en toda una vida no tienen fin.

Debo confesar que mi sentido tan “libre” de ser, hacer, y decir pueda causar conflictos psicologicos en las mentes cerradas de la mayoria de las personas, obviamente personas que no han pasado por el gran colador virtual de la vida, donde escoges ( o al menos eso crees hacer) , quien es o no indispensable en tu vida, donde por cosas del “destino” terminan siendo impresindibles para ti.
Como decia Nietzsche “Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal.” y afortunadamente puedo decir que todo lo vivido ha sido pleanemente decifrado por mi sentido mas intimo de naturaleza humana.

Sin duda no existe poder mas abismal que el de “la palabra”, el de el decir o tratar de hacerlo, y es tan poderoso que cuando tiene ese tono maligno se hace meramente mortal. El poder comprender esto te da la buena opcion de voluntariamente crear cosas imposibles con ella o devastar cosas que pueden ser inimaginables.

Gracias a ese poder todos somos libres, libres para hacer, o decir lo que sea que cruce por nuestras mentes, mas sin embargo no es tan facil simplemente decir sin tener una reaccion a lo ya mencionado.
Tener firme lo que eres, lo que piensas, lo que sueñas, es envidiable, y saber que el mundo no puede comprender sin tapujos lo que eres sin caer en la mediocridad de los eufemismos es simplemente de “flojera”.

No tengo mejor forma de terminar esto mas que con dos frases de Nietzsche:

“Sólo comprendemos aquellas preguntas que podemos responder.”
“Lo que no me mata, me fortalece.”